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Especial Superbowl XLV (Epílogo): La resaca del día después

8 Feb

(El pasado domingo 6 de febrero se disputó el partido más esperado del año, la Superbowl XLV, en la que los Green Bay Packers se rpoclamaron campeones de la NFL superando, los Pittsburgh Steelers. Esa noche Estados Unidos se paró completamente, así que para no ser menos y crear algo de ambientillo, yo también paré las actualizaciones normales e hice este especial. Espero que os haya gustado y… Go, You Packers!)

Tengo que hacer una confesión. A pesar de todo el pifostio que monté en el blog por la Superbowl, ese fue el primer partido de fútbol americano de verdad que veía en mi vida. Quien lo diría, ¿eh? Y tuve suerte, fue un buen partido con un final bastante emocionante a pesar de todas las cagadas del ataque de los Steelers.

Parece ser que Estados Unidos coincide conmigo. Nada más y nada menos que 111 millones de espectadores de media pusieron la FOX para ver quien era el campeón, con picos de 162.9 millones. Por supuesto, se ha convertido en la emisión televisiva más vista de la historia de ese país tanto en media como en pico, superando en 5 y 9 millones respectivamente los anteriores récords.

Sin embargo, Glee no tuvo tanta suerte, y se quedó en unos un poco decepcionantes 26.8 millones en un capítulo bastante irregular y desde luego de los más disparatados e increíbles (y no precisamente en la acepción buena) que recuerdo. Por cierto, entiendo que los derechos de «Thriller» sean caros, pero ya me explicarán dónde coño metieron entre 3 y 5 millones de dólares, porque salvo en la escena inicial no se notó en ningún momento que hubiera más presupuesto que otras veces.

Pero bueno, dejando los aburridos números de lado, he de decir que flipé con el nivel de realización e infografías que nos enseñó la FOX. Aquello parecía un videojuego más que un partido de verdad. Que si sobreimpresión en el campo con las yardas, el down, relojes varios, tiempos muertos y no se qué más, cuarenta mil estadísticas con significado real y no del tipo «los jugadores del Valencia fueron una media de tres veces al baño cada día de esta semana» al que nos tiene acostumbrados la Sexta… Una delicia de ver y terriblemente fácil de seguir. Además, siendo el fútbol americano un deporte tan parado como es, en ningún momento se hizo lento o desesperante, sabiendo mantener muy bien el ritmo durante los huddles y las pausas. A eso ayudó mucho la calidad de la publicidad, que si bien fue peor de la esperada, fue claramente superior a lo que se ve en el día a día. Aquí tenéis los cinco anuncios que más me gustaron, y por lo que leo en blogs por ahí la elección parece ser bastante unánime.

5.- Best Buy

4.- Coca-Cola

3.- Mercedes

2.- Chrysler

1.- Volkswagen

Por supuesto, un mini-Darth Vader equivale a Epic Win seguro. Y sin decir una sóla palabra. Por cierto, qué casualidad que mis tres mejores sean de coches y dos de ellos de marcas europeas.

En cuanto a la música, no hay nada que no se haya dicho, entre la cagada de Christina Aguilera en el himno nacional y la de los técnicos de sonido y las múltiples de las cuerdas vocales de los Black Eyed Peas en el show del descanso pues se puede decir que no fue muy allá. Y es una pena, porque el espectáculo de luces y color del intermedio fue muy pero que muy bueno, y Usher y Slash estuvieron muy acertados; simplemente falló el plato principal. Una verdadera pena.

Como curiosidad final y ya para terminar la entrada, en el descanso de la Superbowl las chicas de Los Angeles Tempation ganaron su segundo título consecutivo en la Lingerie Bowl 2011 contra las Philadelphia Passion 26-25… Así, por si os interesaba.

Especial Superbowl XLV (y IV): Las reglas del fútbol americano explicadas por Friday Night Lights

6 Feb

(Este domingo 6 de febrero se disputa el partido más esperado del año, la Superbowl XLV, que una vez más dirimirá el campeón final de la NFL enfrentando al campeón de la Conferencia Nacional, los Green Bay Packers, con los de la Conferencia Americana, los Pittsburgh Steelers. Esa noche Estados Unidos se para completamente, así que para no ser menos y crear algo de ambientillo, pararé yo también las actualizaciones normales y haré este especial. Espero que os guste y… Go, You Packers!)

Siendo el fútbol americano la religión no oficial de los Estados Unidos, el que se haya hecho más de una y más de dos series sobre este deporte es más que inevitable. De todas las que se han emitido (Blue Mountain State, Playmakers, The League, The Game, Coach…) quizá la más familiar para los seriéfilos de este lado del charco sea Friday Night Lights.

Y aunque para la mayoría de los europeos ver un partido de fútbol americano es como ver a dos manadas de mamuts con casco embistiéndose unos contra otros mientras intentan llevar un balón ovalado al final del campo, en realidad es un juego con unas reglas muy complicadas y un componente estratégico abrumador. Así que aprovechando que Friday Night Lights está a un sólo capítulo de acabar para siempre y que es la Superbowl, ¿por qué no combinar las dos cosas para ahondar un poco en él y explicar las reglas básicas? Al fin y al cabo, ver el partido del año sin tener ni puta idea del reglamento puede ser bastante desconcertante, ¿no? Y que conste que antes de ver FNL yo no tenía ni zorra de fútbol americano, así que espero poder hacer lo mismo por vosotros que lo que esta serie hizo por mí.

El campo

Un campo de fútbol americano mide 120 yardas de largo por 53.3 de ancho, lo que en cristiano equivale a 109.7 por 48.8 metros. De esas 120 yardas, 100 son el campo de juego real, y están marcadas por líneas cada 5 y números cada 10, que cuentan la distancia hasta la «goal line» que divide esas 100 yardas de las otras 20, que son las correspondientes a las llamadas «end zones», 10 por cada lado.

Al final de cada «end zone» está el «goalpost», o sea, la portería gigante en forma de U, que mide desde el suelo a la barra horizontal 10 pies, o 3.05 metros.

En esta foto, Coach Taylor y Buddy Garrity contemplan el campo de los Dillon Panthers. Podemos ver el goalpost a la izquierda al final de la end zone, que está pintada de azul Panther. A la altura de la cabeza del entrenador y un poco a la derecha se puede ver la línea de 5 yardas y la marca de 10 yardas.

Los equipos

En un partido cualquiera se enfrentan dos equipos, que ponen en el campo a 11 jugadores. Sin embargo, la plantilla de un equipo de la NFL se compone de 45 jugadores, que se dividen en ataque, defensa y Special Teams. La función de los dos primeros es autoexplicativa, la de la tercera la veremos después.

Dentro del ataque hay varias posiciones. Está la línea ofensiva, que son los que se están encarando directamente a los jugadores del equipo contrario (como Tinker en los Lions) para proteger al famoso quarterback, que es el que organiza la jugada que el entrenador principal le manda ejecutar y por tanto el líder del ataque. Es la posición estrella y la más importante de todo el equipo pero también la que tiene más presión encima, por eso no es casualidad que Jason Street, Matt Sarracen y Vince Howard sean QB. Detrás de él están los running backs, que son los que normalmente corren con el balón (Smash Williams, Tim Riggins, Luke Cafferty), y a los lados de la línea de ataque están los wide receivers (Hastings) que se encargan de recibir los pases largos del QB. Y luego están los tight ends (Buddy Garrity Jr.), que son una especie de híbrido entre un miembro de la línea ofensiva y los WR, pudiendo asumir cualquiera de sus funciones.

En la defensa sólo hay tres posiciones básicas, que corresponde con las tres líneas en las que se colocan los jugadores. La línea defensiva es la primera, inmediatamente detrás se sitúan los linebackers y cierran la defensa los defensive backs. Aquí tenéis un esquema bastante cutre de las posiciones, en el que los Lions están en defensa en una Nickel formation y los contrarios en el ataque en una I-formation, porque no, los jugadores no se ponen donde les cuadra; hay estrategias y jugadas planeadas para todo tipo de situaciones a partir de un conjunto de formaciones iniciales. Podéis ver una lista de las más básicas por aquí.

En una jugada normal, la línea ofensiva de un equipo y la defensiva de otro se enfrentan cara a cara en lo que se conoce como línea de scrimmage, que se sitúa justo donde cayó el balón al suelo en la acción inmediatamente anterior. En ella, hasta que el árbitro pite para dar comienzo a la jugada sólo pueden moverse para atrás, nunca para adelante superando la línea recta que tiene que formar con sus compañeros. Las otras posiciones andan revoloteando por ahí, pero siempre por detrás de la línea de su equipo. He aquí un ejemplo de una línea de scrimmage, con los Lions en el ataque.

Y luego están los llamados Special Teams. Esta sección del equipo se dedica a las jugadas que en nuestro fútbol se llamarían a balón parado; pero es que en el suyo realmente a balón parado lo son todas, así que no sé cómo definirlas exactamente. Me refiero a los field goals y las conversiones, y a los kickoffs de inicio de partido y de después de un touchdown. Hay varias posiciones básicas aquí: el punter, que es el que da los punts; el kicker, que es el que intenta los field goals (Landry era el kicker de los Panthers); el holder, que es el que le sujeta el balón a éste para que le pegue la patada; el long snapper, que es el que pasa el balón al holder o al punter dependiendo del tipo de jugada y los receivers, que son los que reciben los punts y echan a correr para adelante esperando conseguir una buena posición inicial en el campo. En esta foto se ve a Landry capitaneando al Special Teams de los Lions y a punto de patear un field goal en el mítico partido contra los Panthers.

Por supuesto, en cualquiera de las tres secciones estas posiciones se dividen en otras más especializadas, pero estas son las básicas para comprender la labor de un jugador cualquiera. Y, además todos tienen sus suplentes. Por ejemplo, el primer equipo serían los first strings, y el segundo equipo de suplentes serían los second strings y los del tercero third strings. Al quarterback del first string se le denomina QB1, de ahí el apodo de Matt Sarracen.

En cuanto a los dorsales, cada posición tiene un rango de números a los que se deben restringir los jugadores a la hora de escogerlos, permitiendo así la fácil identificación de la posición y función de cada persona, tanto para el público como para el resto de participantes en el partido. Son los siguientes:

  • 1–19: Quarterbacks, punters y kickers
  • 20–49: Running backs y defensive backs
  • 50–79: Jugadores de las líneas ofensiva y defensiva
  • 10-19, 80–89: Wide receivers
  • 40-49, 80-89: Tight ends
  • 50-59, 90-99: Linebackers y jugadores de la línea de defensa

Fijaros en los dorsales de esta foto promocional de la primera temporada. Jason Street y Matt Sarracen (QB1 y QB2 en los primeros momentos de la serie) llevan el 6 y el 7 respectivamente, como les corresponde a los quarterbacks. Smash Williams y Tim Riggins llevan el 20 y el 33 porque ambos son running backs. Estas dos posiciones son las más espectaculares en el fútbol americano. La excepción a esta regla en la serie es Landry, que a pesar de ser un kicker llevaba el 85 en los Panthers y el 21 en los Lions, cuando le correspondería un dorsal del 1 al 19.

En esta foto de la plantilla de los Lions se ve como Vince lleva el 5 como QB, Cafferty el 44 como RB, Buddy Garrity Jr. el 42 como TE, Tinker el 79 como parte de la línea ofensiva y Hastings al ser WR viste el 88.

Estructura de un partido

Después del himno nacional y esas chorradas patrióticas, los tres capitanes de cada equipo, uno de cada sección, se reúnen en el centro del campo con el árbitro, que viste la mítica camiseta de rayas blancas y negras que para nosotros es la de un empleado cualquiera del Foot Locker, para lanzar una moneda al aire. El equipo de casa elige cara o cruz, y el que gana puede elegir campo (empiezan en defensa), balón (empiezan en ataque) o darle la elección al contrario. La diferencia con el fútbol europeo es que esto se hace también después del descanso. Un ejemplo de todo esto lo tenemos cuando Mrs. Coach se dedicó a putear a los Panthers de JD McCoy al hacer la elección de honor en el lanzamiento de moneda.

Cuando ya se tiene todo decidido, la sección de Special Teams del equipo que comienza en la defensa da inicio al partido con el kickoff desde la línea propia de 30 yardas, que es recogido por el ataque en el retorno. Se puede conseguir un touchdown de esta manera, pero es muy raro de ver, y lo normal es que plaquen al receptor. En el sitio en el que se quede el balón es donde empieza el juego normal. Aquí tenéis la primera jugada de la historia para los East Dillon Lions de Coach Taylor, empezando ellos en el ataque. Se ve como el kicker de los verdes patea el balón para que Vince lo reciba y eche a correr hasta que es derribado.

Un partido dura cuatro cuartos de 15 minutos con un descanso de 12 al final del segundo y otros de un par de minutos al final del resto. Hay kickoff al principio del primero y del tercero (y por supuesto, después de cada touchdown y field goal), mientras que al volver al segundo y al último la posición del balón es la misma en la que acabó en el anterior. Si al final del tiempo reglamentario las dos escuadras terminan empatadas hay una prórroga de un máximo de 15 minutos, que se termina automáticamente cuando cualquiera de los dos equipos puntúa, siendo una suerte de Gol de Oro. La excepción en la NFL está en los playoffs, ya que si se puntúa con un field goal en la primera posesión del tiempo extra, el equipo contrario tiene derecho a empatar o mejorar lo que han hecho en una única posesión.

El avance del tiempo es una mezcla de reloj parado y corrido. El tiempo corre en todo momento salvo que haya un pase incompleto, lo que significa que el receptor no ha sido capaz de coger el balón y éste ha caído al suelo, cuando el jugador que lleva el balón se sale del campo y por supuesto, en los tiempos muertos (cada equipo tiene tres por cada mitad de juego).

El avance del balón

Cuando el receptor del balón es placado durante el retorno del kickoff, empieza ya el juego normal. Durante su drive (una posesión), cada equipo tiene cuatro oportunidades para conseguir avanzar 10 yardas o más en dirección a la end zone contraria. Cada una de esas oportunidades es conocida como down. Se lleva la cuenta de las yardas recorridas o perdidas en cada intento, de ahí las marcas en el campo. Cuando escuchéis cosas como «1st and 10», «2nd and 4» o «3rd and long», se refieren al down en el que se está y al número de yardas restantes para superar las 10 en total. El long es cuando quedan muchas más de 10 yardas, habiendo perdido terreno el ataque.

Antes de comenzar un down, normalmente hay lo que se llama huddle, que es la mítica reunión del equipo en el campo, donde el QB comunica al resto la jugada que los entrenadores hayan ordenado ejecutar. Hay una excepción, que es cuando queda poco tiempo y el equipo atacante está detrás en el marcador, algo que le pasa mucho a Coach Taylor. Cuando pasa eso, normalmente el banquillo ordena un no-huddle. En estos casos el equipo o ya sabe la jugada que toca de antemano o repite la anterior. Veamos un huddle de los Lions:

Cuando se desbanda el huddle, comienza el down. Se abre con el snap, que es cuando el jugador que está en el centro de la línea de ataque le pasa el balón al quarterback tras recibir la orden de éste (¡azul 26, azul 26, hut, hut, hut!). Éste tiene sólo un par de opciones, correr o pasar. Dentro del pase hay que distinguir dos tipos: el forward pass, es decir, hacia adelante, del que sólo se permite un por jugada, y el pase hacia los lados o hacia atrás, de los se pueden hacer todos los que se quieran. La cosa se acaba cuando el balón cae al suelo o se marcha del campo, cuando el atacante que lleva el balón es placado o se sale del terreno de juego, o cuando se marcan puntos. Si el equipo a la ofensiva recorre con éxito esas 10 yardas, entonces consigue un first down y se vuelve a empezar el conteo. Si no lo logran la posesión pasa al equipo contrario.

Además de esa, hay otras maneras por las que la defensa puede recuperar el balón. La más obvia es cuando le marcan puntos, pero también puede intentar coger el balón cuando va por el aire (una intercepción) o cuando se le cae a un atacante (fumble). Luego está el punt, que es cuando el atacante se ve en el 4th down sin posibilidades reales de conseguir el objetivo de las 10 yardas, e intentarlo podría llevar a tener peligrosamente cerca de su propia end zone al otro equipo, así que hace lo que en soccer se llamaría patadón p’alante. Por último está el safety, que veremos en un momento. En el siguiente vídeo, Luke Cafferty en la defensa de los Lions consigue una intercepción y echa a correr como alma que lleva el diablo.

A continuación, Vince le da una hostia en los brazos al QB del otro equipo, consiguiendo que se le caiga el balón, y por lo tanto se produce un fumble que es ganado por los Lions.

Sistema de puntuación

Hay cuatro formas de conseguir puntos en el marcador. La más fácil es el field goal, que vale tres puntos y es cuando en una jugada normal, se patea el balón para que pase por la U. La más típica es conseguir llevar el balón a la end zone del contrario, lo que se conoce como un touchdown, y que equivale a 6 puntos. Inmediatamente después, el equipo que ha conseguido puntuar llevará a cabo un try, que puede ser el extra point, que como el nombre indica vale por un sólo punto y lo juega la sección de Special Teams, o una conversión, que sería volver a intentar llevar el balón a la end zone en una jugada normal planteada por la sección de ataque, y que vale 2 puntos. En el siguiente vídeo tenéis un ejemplo de los Panthers consiguiendo un touchdown y una conversión para ganar el partido.

Y aquí, los Special Teams de los Lions consiguen un field goal.

Aunque parezca extraño y se vea más bien poco, la defensa también puede conseguir llevar puntos al marcador. Simplemente tiene que lograr que el ataque contrario pierda tanto terreno que tenga que llevar el balón a su propia end zone, en lo que se conoce como un safety. Son dos puntos. No recuerdo que se haya dado uno en Friday Night Lights, y la verdad es que es bastante raro de ver.

Faltas y sanciones

En un partido de fútbol americano hay siempre nada más y nada menos que siete árbitros en el terreno de juego, cada uno con sus funciones determinadas. Los más importantes son el referee, que es el principal, el que supervisa a los demás, y es el único que va con una gorra blanca, los demás la llevan negra. Luego está el umpire, que en la NFL se sitúa detrás de los running backs supervisando los bloqueos de los que no tienen el balón. El head linesman se centra en la línea de scrimmage, y los otros cuatro ayudan a éste.

Cuando cualquiera de los siete ve una falta lanza un pañuelo amarillo al aire lo más cerca posible de donde se produjo. Si el down se está jugando, se termina, y si la falta es de la defensa y el ataque no tuvo éxito, se repite, se avanza la posición unas cuantas yardas o se le da directamente un first down. Si es del ataque, se retrasa la posición inicial o incluso se le hace perder la posesión.

Hay muchos tipos de faltas, pero las que más se suelen ver es la de placar al quarterback cuando ya no tiene el balón, ir a placar a un jugador con la cabeza y no con los brazos o el pecho, ir a placar por debajo de la cintura del contrario, placar a un receptor de un pase antes de que tenga el balón y perder el tiempo innecesariamente. Tenéis una lista completa aquí, con la sanción correspondiente incluída.

Veamos un ejemplo: a Vince se le va la olla y placa a un tío porque sí, así que se monta una tangana y empiezan a volar los pañuelos amarillos y con ellos las sanciones, por las que Coach Taylor protesta al referee.

Y bueno, básicamente eso es todo lo necesario para tener una idea más o menos aproximada de lo que puede pasar en el campo durante la Superbowl de esta noche. Esperemos que sea un buen partido y podamos disfrutarlo sin problemas.

Especial Superbowl XLV (III): La retransmisión de la Superbowl

5 Feb

(Este domingo 6 de febrero se disputa el partido más esperado del año, la Superbowl XLV, que una vez más dirimirá el campeón final de la NFL enfrentando al campeón de la Conferencia Nacional, los Green Bay Packers, con los de la Conferencia Americana, los Pittsburgh Steelers. Esa noche Estados Unidos se para completamente, así que para no ser menos y crear algo de ambientillo, pararé yo también las actualizaciones normales y haré este especial. Espero que os guste y… Go, You Packers!)

Después de dos entregas de este especial, ya tenéis una base para imaginaros hasta qué punto es de importante la Superbowl en Estados Unidos. En el mundillo de la televisión también lo saben, por eso la lógica marca que tiene que ser una de las retransmisiones por la que las networks se pelean a muerte. Pero es todo lo contrario, las networks se van rotando según se haya decidido en los contratos de derechos de televisión que se firman cada cuatro años. Quitando la primera vez, en la que la NBC y CBS la echaron a la vez, esas dos cadenas se fueron alternando hasta 1984, año en el que se les unió la ABC. En el 94 la CBS dejó de ponerla, así que repitió la NBC, a la que le había tocado el año anterior. En la siguiente iteración ya entró la FOX, en el 2001 volvió la CBS y en 2003 sería la última vez que la ABC tuvo los derechos. Ahora mismo, la cosa está CBS, NBC, FOX; siendo esta última la afortunada en 2011.

La FOX tiene preparada una megacobertura del partido, que sin importar la cadena se repite todos los años casi sin variaciones excepto en los presentadores, claro. A las 12:00 de la mañana (a partir de ahora siempre es horario de la Costa Este) empieza Road to the Superbowl, un programa en el que repasan las temporadas de los Steelers y de los Packers, que son las dos franquicias que se disputarán el título. Dos horas después, a las 14:00, arrancará el previo, FOX NFL Sunday, presentado por Curt Meneffe acompañado de un huevo y medio de colaboradores, y que tendrá entrevistas, previsiones de apuestas, estrategias de los equipos y todo lo habitual en este tipo de programas.

El partido en sí comienza a las 18:25 aunque la hora oficial de inicio de NFL on FOX sean las 18:00. Esos 25 minutos se van entre la presentación de los equipos, algún espectáculo previo e himnos y patrioteradas varias de esas de las que les gustan hacer por ahí. La labor de comentarlo recaerá principalmente en Joe Buck y el ex-Dallas Cowboy Troy Aikman. En el descanso están los míticos shows (¿os acordáis de cuando Homer tuvo que planificar uno?) con muchos artistas de primel nivel. Este año van los Black Eyed Peas. Sin embargo, cada año va cogiendo popularidad el cambiar en el medio tiempo a un evento por pay-per-view bastante curioso, llamado la Lingerie Bowl. Es la final de un torneo, la Lingerie Football League, en el que varios equipos de mujeres de buen ver se dedican a jugar al fútbol americano en ropa interior para poner cachondo al personal. Sí, eso existe y sí, quién sino los estadounidenses podían inventarlo.

Después de la segunda parte hay una hora de show post-partido, en el que se recogen declaraciones de los jugadores, la reacción en las ciudades en las que las franquicias finalistas están basadas, las celebraciones y todos los típicos tópicos que se esperan después de dirimirse un trofeo tan importante. Al acabar, que suele ser a eso de las 10:30-11:00, ya viene el lead-out, que este año es un capítulo de Glee titulado «The Sue Silvester Bowl Shuffle».

Retransmisión en España

En España la cosa es mucho más modesta: el partido y ya. La retransmisión empezará a eso de las 00:00 hora española en Canal +, después de El Día del Fútbol (mañana también hay Liga). Durará hasta las 04:30, o eso dicen en la web.

En radio, este año no vamos a poder disfrutar de las idas de olla de Paco González y compañía mientras se emborrachaban. Teniendo en cuenta que su conocimiento del fútbol americano tiende a cero, para ellos el tener que hacer la Superbowl no era más que una excusa para pasar una noche de relax haciendo y diciendo lo primero que se les viniera a la cabeza mientras se tomaban su whiskazos en directo. Al tener la SER un contrato exclusivo con la NFL y habiéndose ido González a la COPE, la retransimisión se queda en el nuevo Carrusel Deportivo con Javier Hoyos al frente. No sé cómo lo harán y les voy a dar el beneficio de la duda, pero les va a ser increíblemente difícil llegar al listón de los pioneros. Y decir eso de unos pavos que literalmente no tenían ni puta idea de qué iba la cosa tiene que dar una buena impresión de la grandeza de aquellas noches.

Especial Superbowl XLV (II): Los anuncios

4 Feb

(Este domingo 6 de febrero se disputa el partido más esperado del año, la Superbowl XLV, que una vez más dirimirá el campeón final de la NFL enfrentando al campeón de la Conferencia Nacional, los Green Bay Packers, con los de la Conferencia Americana, los Pittsburgh Steelers. Esa noche Estados Unidos se para completamente, así que para no ser menos y crear algo de ambientillo, pararé yo también las actualizaciones normales y haré este especial. Espero que os guste y… Go, You Packers!)

En la primera parte de este Especial Superbowl comentaba las enormes audiencias que consiguen los programas que se emiten después del partido, así que imaginaros las que puede conseguir el evento por sí mismo. De los veinte programas más vistos en la historia de la televisión estadounidense diez son Superbowls, y se dice que en cualquier momento del partido hay 90 millones de habitantes observando la retransmisión. El récord lo tiene la final del año pasado con una media de 106.5 millones.

Faltaría más, los anuncios que se emiten durante los tiempos muertos y los descansos del partido van a precio de oro, unos tres millones de pavos por treinta segundos de tiempo de emisión. Es demasiado dinero para desperdiciarlo, así que actualmente las empresas que deciden invertir aquí intentan que su anuncio llame realmente la atención, por lo que es el expositiorio ideal para ver verdaderas joyas de la publicidad. Es normal que se contrate a directores de cine de renombre y/o a grandes estrellas para que los protagonicen, con la esperanza de que sirvan para retener la marca anunciante en las memorias de los consumidores. En muchos casos se ha conseguido de sobra, gracias a anuncios que permanecerán en la retina de muchos durante bastante tiempo. He aquí los míos, aunque en bastantes casos los he visto bastante tiempo después de ser emitidos.

10.- Snickers: Game (2010)

En plena fiebre Betty White, Snickers se sacó de la manga el año pasado un anuncio bastante original que incluso fue nominado a un Emmy. En él, se nos quiere vender la capacidad rejuvenecedora y energética de la barrita de chocolate, jugando también un poco con la expresión «You play like my grandma».

9.- Sony: Future (2001)

Recién puesta a la venta la Play Station 2, Sony fue más allá y emitió su anuncio sobre nada más y nada menos que ¡la Play Station 9!, que por cierto, recuerda mucho a las holobands de Caprica. Situado en un utópico 2078, nos quiere transmitir que es una empresa que desarrolla productos futuristas, y que la Play 2 es uno de ellos.

8.- Audi: The Godfather (2008)

Los anuncios de las marcas europeas de coches son muy dados al combate directo entre ellas, hay miles de ejemplos en youtube de Audi dándole p’al pelo a Mercedes, a Volvo o a BMW, y éstas, por supuesto, le responden. Sin embargo, todos tienen en común el hecho de que suelen exhibir una calidad impresionante. Para la Superbowl la marca de los cuatro anillos no se podía quedar atrás, y presentó el R8 con su propia versión de la escena de la cabeza de caballo de The Godfather metiéndose nada más y nada menos que con Rolls-Royce.

7.- Pepsi: Hendrix (2004)

En este anuncio Pepsi no se corta un pelo en llamar a Coca-Cola el refresco de los pringados y de paso decir que los grandes de verdad beben la marca azul y no la roja. Y para eso, usa al maestro Hendrix y una extraña versión al acordeón de «Purple Haze».

6.- Nissan: Dream (1990)

El anuncio para el 300ZX, dirigido por Ripley Scott, sólo se emitió una vez porque se le acusó de promover las carreras callejeras. La coña era mostrar el poder de los twin-turbos del coche comparando su velocidad con la de un avión de combate.

5.- Disney: I’m going to Disney World! (todos los años desde 1987)

Este anuncio se emite todos los años desde 1987 (con un parón en 2005) justo después del final del partido, y todos los años es bastante parecido: a uno de los jugadores del equipo vencedor se le pregunta que qué va a hacer ahora y él contesta: «Me voy a Disney World». Por supuesto, al día siguiente va de verdad, pagado por Disney. Es tan mítico que Bruce Springsteen acabó su acutación del descanso en 2008 de esa manera, y también acaba así el episodio de la Super Bowl de The Simpsons.

4.- Budweiser: Which game? (2000)

Creo que no hace falta decir mucho de este anuncio, todo el mundo está harto de oir el «Wassup?», que llegó hasta España de la repercusión que tuvo. ¿Os acordáis de Milhouse gritándolo?

3.- McDonald’s: Showdown (1993)

Larry Bird y Michael Jordan jugándose una Big Mac en una pachanga imposible de HORSE. Ya sólo con eso le fue suficiente a McDonald’s para tener un anuncio que será recordado por tener a los dos mejores jugadores de baloncesto de la historia mano a mano.

2.- Coca-Cola (1979)

Este anuncio es tan mítico que se han hecho remakes a cascoporro (con Maradona o con Beckham, por ejemplo), se ha parodiado dos veces en Family Guy y forma parte de la cultura televisiva de Estados Unidos. Lo curioso es que aunque la fama le llegó en la Superbowl, el anuncio ya se había emitido muchas veces antes.

1.- Apple: 1984 (1984)

Era inevitable acabar esta lista con el que se considera uno de los mejores anuncios de todos los tiempos, y que definitivamente puso a Apple en el mapa de la informática a base de poner a caer de un burro a IBM. Dirigido por (cómo no) Ripley Scott, esta adaptación de la novela homónima de George Orwell sirvió como presentación del primer Mac. Fue parodiado en Futurama y en The Simpsons, y sin duda alguna es el anuncio que todo el mundo recuerda cuando se habla de la publicidad en la Superbowl. Realmente, 1984 fue el anuncio que puso en marcha toda esta escalada de calidad creativa en la final de la NFL.

Especial Superbowl XLV (I): Los episodios post-Superbowl

3 Feb

(Este domingo 6 de febrero se disputa el partido más esperado del año, la Superbowl XLV, que una vez más dirimirá el campeón final de la NFL enfrentando al campeón de la Conferencia Nacional, los Green Bay Packers, con los de la Conferencia Americana, los Pittsburgh Steelers. Esa noche Estados Unidos se para completamente, así que para no ser menos y crear algo de ambientillo, pararé yo también las actualizaciones normales y haré este especial. Espero que os guste y… Go, You Packers!)

Probablemente una de las mejores cosas que le puede pasar a una serie estadounidense es el ser elegida para llenar el hueco que queda después de la Superbowl, la final de la NFL. Aunque normalmente el partido se suele alargar hasta las diez y media u once de la noche en horarios de la costa este, el efecto arrastre de audiencia que deja la Superbowl asegura, salvo excepciones, unos ratings de entre 20 y 40 millones de personas, lo que es una barbaridad teniendo en cuenta que ahora mismo, salvo American Idol, el propio fútbol americano y NCIS, no suele haber audiencias mayores de 16-17 millones en una noche normal.

Este año el honor le corresponde a Glee, la serie del momento para la Fox, que parece que se tirará a la piscina con un episodio especial basado en el Thriller de Michael Jackson. Esto cuadra perfectamente con una de las estrategias a las que se recurre normalmente en estos casos, que es poner alguno de los programas que normalmente atrae mayores audiencias para la cadena, con la esperanza de retener el mayor número posible de público y poder vender paquetes publicitarios durante una hora más a precio de oro, siendo una la mayor noche del año en cuanto a ingresos publicitarios se refiere. Llama la atención el caso de Friends, que tuvo su oportunidad en 1996 y la aprovechó extremadamente bien, sacando casi 53 millones de audiencia, la mayor de la historia en este slot en concreto, récord al que se acercó la premiere de la segunda temporada de Survivor con algo más de 45 millones en 2001, siendo otro caso de este tipo de programación.

Sin embargo, existen también otras estrategias. Por ejemplo, es también bastante habitual ver como se programa un estreno en esa hora para darle una mayor exposición pública. Aunque esto cayó en desgracia después del fiasco en 1995 de Extreme, un programa de aventuras de ABC que se estrenó tras la victoria de los 49ers en la Superbowl XXIX y que a pesar del empuje que significó tener casi 23 millones de audiencia en su primer episodio aguantó sólo siente episodios en el aire por culpa de los bajos números posteriores. Family Guy y American Dad se estrenaron así en la FOX, y el último ejemplo de esto ha sido el reality Undercover Boss, el año pasado en la CBS.

Pero la estrategia más arriesgada de todas la puso en práctica la ABC en 2003 con la serie de J.J. Abrams y Jennifer Garner Alias, tratando de darle un empujón a una serie que siempre tuvo mucho éxito de crítica y un gran seguimiento de culto, pero en lo que fue audiencias siempre anduvo en un pelín más de la justa y necesaria para ir renovanado temporada tras temporada y ya, hasta terminar en 2006 como víctima de la Maldición de Mork y Mindy (ya hablaré de esto un día porque es realmente curiosa). A la cadena propiedad de Disney no le salió muy bien la jugada, consiguiendo sólo 17 millones y reteniendo sólo un 19% de la audiencia del partido, y todo a pesar de cómo empezó el capítulo.

Como os podéis imaginar, no es casual que se eligiera ese episodio (por cierto llamado «Phase One») para meter una una Garner muy ligerita de ropa. Los capítulos post-Superbowl suelen contener argucias publicitarias varias, normalmente estrellas invitadas o grandes revelaciones, para mantener el interés en una noche en la que todos los ojos están puestos en un balón ovalado. Por ejemplo, el «The One After The Superbowl» de Friends fue una entrega doble en la que salían como actores invitados, entre otros, Julia Roberts, Chris Isaak, Jean-Claude Van Damme y Brooke Shields. O el de House en 2008, «Frozen», en el que vimos la vuelta de Amber.

Ya véis, la noche de la Superbowl es realmente un también un gran acontecimiento para el mundo de la tele en Estados Unidos, y tengo la sensación de que Glee se acercará fácilmente el domingo a los 35 millones de televidentes, todos pendientes de la que se va a montar en un episodio que costó entre 3 y 5 millones de dólares, el más caro de la historia para uno emitido en este horario tan especial. Seguro que no decepciona.