El que Top Gear USA haya aparecido en las pantallas americanas el domingo pasado ha sido toda una sorpresa inesperada, después de todos los problemas a los que se ha tenido que enfrentar la BBC desde que se grabó aquel primer piloto para Discovery Channel en 2005, y aquel segundo para la NBC en 2008. El simple hecho de que al final lo estén echando en History dice bastante de todo esto.
Y aún así, tanto rollo y no fue para tanto. Una de las cosas que se suele mencionar cuando empieza una versión internacional nueva, es que a los chicos del Top Gear original les llevó un par de temporadas encontrar el balance adecuado entre información y payasada que tanto les caracteriza ahora, y eso es totalmente cierto. Los primeros programas, aquellos sin James May, eran horribles. Pero también es cierto que ellos fueron los pioneros, y ellos fueron los que tuvieron que buscar ese balance. Las versiones internacionales simplemente tienen que copiarlo, y dedicarse a buscar la mayor química posible entre los presentadores. Y así como Top Gear Australia está dando pasos bastante claros en ese sentido, Top Gear USA tiene muchísimo trabajo que hacer por delante.
Y es que los tres presentadores de la versión estadounidenses son más sosos que no sé. Y bastante culpa la tiene el hecho de que se nota muchísimo el guión que hay detrás, que no permite a Tanner Foust, a Adam Ferrara y a Rutledge Wood meterle esas coñas espontáneas que surgen del compañerismo y no de la imaginación de un guionista. Espero que vayan mejorando eso en sucesivos programas.
En cuanto a los segmentos en sí, las ideas estuvieron muy bien, (a pesar de que los chicos inglesas las hicieron antes) y la manera de llevarlas a cabo fue espectacular, muy al estilo americano. El duelo de las serpientes, Dodge Viper vs. Helicóptero de ataque Cobra, estuvo muy bien rodado, y fue interesante de ver; aunque el segmento de los Lamborghinis fue muy cliché. Eso sí, que el mejor Lambo sea el que va más rápido en línea recta dice mucho de la idiosincrasia americana. Lo peor ha sido sin duda la entrevista a Buzz Aldrin, se le notaba la inexperiencia en esas lides al entrevistador y el astronauta estuvo muy seco.
Veremos qué pasa dentro de diez semanas y cómo ha prosperado la química entre los tres, pero es lo más importante e urgente de solucionar. Como no lo hagan pronto, pueden llevarse el batacazo padre.
Diario de un seriéfilo 