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Arde Valencia

12 Mar

Tuve un pequeño dilema interno sobre si ver Crematorio capítulo a capítulo o pegarme el maratón cuando acabara la temporada, más que nada porque estoy viendo demasiadas series juntas y, sobre todo, porque desde el primer momento me ha dado la impresión de que es una de esas series que se disfruta más cuando recuerdas vivamente los pequeños detalles, algo que cuesta un mayor esfuerzo si ves una entrega a la semana. Sabiendo que estoy escribiendo esto y que la serie sólo lleva un episodio emitido, ya os imaginaréis que lo que he hecho al final.

No recuerdo una serie española que haya tenido tanto hype por parte de la crítica blogosférica como Crematorio. Una vez más, acecha sobre una serie el peligro de las hiperexpectaciones que tan fácil se forman cuando todo el que la ha visto antes de su emisión la pone por las nubes. Afortunadamente, esta vez me congratula poder decir que al menos el primer episodio de la nueva producción de Canal + es capaz de salvar este riesgo cumpliendo lo que se promete.

Crematorio es la historia de un corrupto, uno de los muchos de todos los colores que campan a lo largo y ancho de España. Esa historia está contada en cuatro frentes: el político, el criminal, el familiar y el histórico, valga la rebuznancia. El primero está representado por todos los tejemanejes que el señor Rubén Bartolomeu (interpretado magistralmente por Pepe Sancho) se monta para conseguir meter bajo su bota a la clase política valenciana y que está íntimamente relacionado con el segundo, que por un lado le sirve para » hacerse respetar» y cumplir sus propósitos, pero que también los pone en peligro por la siempre presente amenaza de las mafias rusas tan genialmente representada en una simple corona de flores.

El lado familiar y el histórico también están enlazados. Por lo que se ve a través de los flashbacks, si la voluntad de su familia se hubiera cumplido el Sr. Bartolomeu (había escrito Rubén a secas, pero es que Pepe Sancho acojona tanto que hasta parece una falta de respeto incluso sabiendo que es sólo un personaje de una serie de televisión) no estaría ahí. Estoy seguro de que imponer sus deseos por encima del de su madre y su hermano no ha sido precisamente un paseo por la playa, y tengo mucho interés por ver cómo continúa esa parte y cómo se relaciona con la familia actual, tan dispar y diferente a lo que vimos en esa villa en el 81.

Ya veis, Crematorio es una serie muy compleja. Y tiene pinta de que la cosa se va a liar más, hasta que de repente todo arda. Porque no, el nombre de la serie no es en vano; el fuego es una constante. Gracias a él, como vemos en los flashbacks, comenzó el ascenso de Bartolomeu y por su culpa va a caer. El crematorio que gracias a él consiguió licencia es algo secundario, realmente nimio e incluso trivial, en sus negocios pero será lo que dé con sus huesos bajo el suelo o en la cárcel, veremos. Como dicen los angloparlantes el diablo está en las cosas pequeñas, y si no que se lo digan a Camps y a sus trajes.

¿Qué fue de Jorge Sanz?

12 Feb

No es la primera vez que oigo por ahí que Canal + tiene la intención de convertirse en una suerte de HBO a la española, signifique eso lo que signifique. La característica más conocida y evidente de la cadena de pago estadounidense es, como todos sabéis, la inmensa calidad media de sus ficciones originales, así que El Plus decidió tirar también por ese camino y empezar a emitir series de producción propia. Qué fue de Jorge Sanz fue la primera y la única que he visto por el momento, luego vendría Oído Canibal y creo que o acaba o está a punto de empezar Crematorio, de las que me imagino que hablaremos en algún momento en el futuro de este vuestro blog.

No me esperaba mucho de Qué fue de Jorge Sanz, la verdad. Sí, había leído varias críticas que la ponían muy bien, pero es que las series españolas me tienen muy acostumbrado a los palos, por eso deje de verlas (salvo contadas excepciones, claro). Hete aquí mi sorpresa cuando me encuentro con que la serie creada por el propio actor y David Trueba es buena, muy buena. Y no sólo para los estándares españoles, si no buena de verdad.

Esta serie de seis capítulos sigue las andanzas de la vida diaria (qué no sé hasta que punto está ficcionalizada, la verdad) del que una vez fue uno de los actores de oro de este país, Jorge Sanz. Y eso incluye verlo tanto en el AVE a Barcelona a ver a su hijo como yendo al médico como ligando o como intentando conseguir un crédito. Él está en un momento de su vida en el que no le va muy bien en ningún ámbito, ni el profesional ni el personal, y en el que muchas veces acaba teniendo que capitalizar, consciente o inconscientemente, esa antigua fama para conseguir sus objetivos, y no siempre con el resultado que al actor le gustaría.

Qué fue de Jorge Sanz tiene un estilo muy británico. Son sólo seis capítulos, la duración normal de una temporada en el país del fish & chips. Más allá de eso, la serie podría haber sido escrita perfectamente por Ricky Gervais. Cada capítulo empieza con una escena de las películas clásicas de Sanz que o resume o crean la atmósfera del episodio, para luego pasar a ver a Jorge despertándose (a veces en los sitios más raros del mundo) y a la cabecera, en la que se ve al tío afeitándose, desayundando o echando un truño, lo que hace cualquier persona normal, vamos.

Sin embargo, a pesar de lar la apariencia de ser una serie que se basa en lo mundano de la vida, está cargada de simbolismo (o al menos eso me parece, que es muy fácil tirarse el moco hablando de estas cosas y estar totalmente equivocado, vaya). Dos ejemplos. La primera escena real de la serie, en el episodio inaugural, nos presenta a Jorge Sanz amaneciendo en la mitad de la escalera de su casa, quizá como una metáfora de su carrera en la que no llegó a triunfar completamente al nivel de Pe o Bardem y despertándose del sueño que fue su etapa como estrella nacional para encontrarse en la miseria artística. U otro, el hecho de que casi todas las tías a las que se liga a lo largo de la serie se llaman Sonia, como su ex-mujer y madre de su hija, quizá sugiera que lo que realmente está buscando es un sustitutivo para ella, sin mucho éxito.

Por supuesto, también tiene cierto comentario sobre la gilipollez que hay en el sistema audiovisual español. Todo el tema de la serie que le ofrecen, que va sobre un actor al que le ofrecen una serie de superhéroes en lo que es sin duda un metacomentario bastante poco sutil, es simplemente la excusa para hacer una crítica a lo pretencioso que se puede llegar a ser siendo guionista o director. Hay una frase dicha por uno de los responsables de la serie dentro de la serie que es más o menos que la producción será «rollo HBO para niños de 14 a 18 años». Eso lo dice todo.

Como veis, no tengo nada negativo que decir de Qué fue de Jorge Sanz, básicamente porque no lo hay. Puede ser mejor o peor, pero fallo realmente no tiene ninguno. Los personajes están muy bien, con mención especial para ese agente que tiene Jorge, que no tiene ni puta idea de su trabajo; los actores invitados están grandísimos, ese discurso de Galiardo en el episodio de los Goyas fue enorme e incluso Resines está bien. Y en un detalle que para mí fue bastante sorprendente, por fin he visto un uso normalizado de una lengua cooficial en una serie de emisión estatal, sin que solo sirva para hacer el mítico chascarrillo de coña o para ridiculizar a alguien. Y todo eso, a pesar del poco presupuesto que tenían, demostrando una vez más que con guión e inteligencia no hace falta tener millones de euros para hacer algo decente. En definitiva, queda recomendadísima.

Especial Superbowl XLV (III): La retransmisión de la Superbowl

5 Feb

(Este domingo 6 de febrero se disputa el partido más esperado del año, la Superbowl XLV, que una vez más dirimirá el campeón final de la NFL enfrentando al campeón de la Conferencia Nacional, los Green Bay Packers, con los de la Conferencia Americana, los Pittsburgh Steelers. Esa noche Estados Unidos se para completamente, así que para no ser menos y crear algo de ambientillo, pararé yo también las actualizaciones normales y haré este especial. Espero que os guste y… Go, You Packers!)

Después de dos entregas de este especial, ya tenéis una base para imaginaros hasta qué punto es de importante la Superbowl en Estados Unidos. En el mundillo de la televisión también lo saben, por eso la lógica marca que tiene que ser una de las retransmisiones por la que las networks se pelean a muerte. Pero es todo lo contrario, las networks se van rotando según se haya decidido en los contratos de derechos de televisión que se firman cada cuatro años. Quitando la primera vez, en la que la NBC y CBS la echaron a la vez, esas dos cadenas se fueron alternando hasta 1984, año en el que se les unió la ABC. En el 94 la CBS dejó de ponerla, así que repitió la NBC, a la que le había tocado el año anterior. En la siguiente iteración ya entró la FOX, en el 2001 volvió la CBS y en 2003 sería la última vez que la ABC tuvo los derechos. Ahora mismo, la cosa está CBS, NBC, FOX; siendo esta última la afortunada en 2011.

La FOX tiene preparada una megacobertura del partido, que sin importar la cadena se repite todos los años casi sin variaciones excepto en los presentadores, claro. A las 12:00 de la mañana (a partir de ahora siempre es horario de la Costa Este) empieza Road to the Superbowl, un programa en el que repasan las temporadas de los Steelers y de los Packers, que son las dos franquicias que se disputarán el título. Dos horas después, a las 14:00, arrancará el previo, FOX NFL Sunday, presentado por Curt Meneffe acompañado de un huevo y medio de colaboradores, y que tendrá entrevistas, previsiones de apuestas, estrategias de los equipos y todo lo habitual en este tipo de programas.

El partido en sí comienza a las 18:25 aunque la hora oficial de inicio de NFL on FOX sean las 18:00. Esos 25 minutos se van entre la presentación de los equipos, algún espectáculo previo e himnos y patrioteradas varias de esas de las que les gustan hacer por ahí. La labor de comentarlo recaerá principalmente en Joe Buck y el ex-Dallas Cowboy Troy Aikman. En el descanso están los míticos shows (¿os acordáis de cuando Homer tuvo que planificar uno?) con muchos artistas de primel nivel. Este año van los Black Eyed Peas. Sin embargo, cada año va cogiendo popularidad el cambiar en el medio tiempo a un evento por pay-per-view bastante curioso, llamado la Lingerie Bowl. Es la final de un torneo, la Lingerie Football League, en el que varios equipos de mujeres de buen ver se dedican a jugar al fútbol americano en ropa interior para poner cachondo al personal. Sí, eso existe y sí, quién sino los estadounidenses podían inventarlo.

Después de la segunda parte hay una hora de show post-partido, en el que se recogen declaraciones de los jugadores, la reacción en las ciudades en las que las franquicias finalistas están basadas, las celebraciones y todos los típicos tópicos que se esperan después de dirimirse un trofeo tan importante. Al acabar, que suele ser a eso de las 10:30-11:00, ya viene el lead-out, que este año es un capítulo de Glee titulado «The Sue Silvester Bowl Shuffle».

Retransmisión en España

En España la cosa es mucho más modesta: el partido y ya. La retransmisión empezará a eso de las 00:00 hora española en Canal +, después de El Día del Fútbol (mañana también hay Liga). Durará hasta las 04:30, o eso dicen en la web.

En radio, este año no vamos a poder disfrutar de las idas de olla de Paco González y compañía mientras se emborrachaban. Teniendo en cuenta que su conocimiento del fútbol americano tiende a cero, para ellos el tener que hacer la Superbowl no era más que una excusa para pasar una noche de relax haciendo y diciendo lo primero que se les viniera a la cabeza mientras se tomaban su whiskazos en directo. Al tener la SER un contrato exclusivo con la NFL y habiéndose ido González a la COPE, la retransimisión se queda en el nuevo Carrusel Deportivo con Javier Hoyos al frente. No sé cómo lo harán y les voy a dar el beneficio de la duda, pero les va a ser increíblemente difícil llegar al listón de los pioneros. Y decir eso de unos pavos que literalmente no tenían ni puta idea de qué iba la cosa tiene que dar una buena impresión de la grandeza de aquellas noches.