Las tres semanas de espera desde que hablé del primer episodio de Single Father en ésta, su página amiga, ya han pasado. Y algunas más de propina, sí. Qué básicamente la miniserie ya se ha acabado, vaya, y es hora de comentarla.
Bastante de lo que dije en aquel momento sigue aplicándose. David Tennant sigue sin hacernos olvidar que fue el Doctor, y pienso que ya sé el motivo. Definitivamente este chico no es actor de drama. El escocés tiene un problema: es muy expresivo con sus gestos. Tanto que a veces parece más una parodia del personaje al que quiere dar vida. Y aunque esto en una comedia, o en una de aventuras cienciaficcioniles con toque cómico como es Doctor Who está bien, en un dramón de cuidado como es Single Father no pega ni con cola.
Porque sí, Single Father es un dramón de cuidado. Usa unos recursos bastante torticeros para apelar a los instintios más sensibles de la gente y buscar la lágrima fácil, y a lo mejor un episodio lo pasas, pero al cuarto quizá llega a hartar. Y el título está mal elegido, porque aunque a veces sí que se mostraban ciertos aspectos de la problemática de ser un padre soltero con una esposa recién fallecida, el peso de la serie lo llevaban dos tramas que realmente no tenían mucho que ver con lo que se nos prometía con él: la incipiente relación entre Dave y Sarah y la búsqueda del padre de Lucy. La resolución a estas fue bastante previsible, ya que en este tipo de dramas sólo hay finales tristes o felices, nunca son agridulces. Single Father no es la excepción. Sin embargo, las situaciones que se nos presentaron parecieron bastante bien traídas, sin notarse muy forzadas. El ritmo del guión (¿o debería escribír ya «guion»?) fue bueno, y en ningun momento aburre. En ese sentido, la elección del formato de miniserie de cuatro horas parece bastante acertado, ya que quizá más tiempo habría significado más tramas secundarias innecesarias.
Qué decir de los personajes. Por regla general, ninguno cae bien. Es más, directamente son todos algo gilipollas. Los secundarios (es decir, todos fuera de lo que es la familia principal y Sarah) son bastante planos, sin una motivación ni unas preocupaciones que vayan más allá de las que nos contaron en el primer episodio. Y no, no se puede usar la excusa de que sólo son cuatro horas de serie. Si en algunas pelis son capaces, ellos también tuvieron que haberlo sido.
Realmente, Single Father me dejó una sensación de impotencia. Pienso que se podía haberlo hecho mejor, se podía haber hecho más con la historia de la que se partía. Es una pena que no se haya sabido aprovechar mejor. No me entendáis mal, no es una serie mala, porque a pesar de todo no lo es, simplemente me quedo con ese sabor agridulce que notas cuando algo no cumple tus expectativas. Toda una pena.