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La catedral interminable

30 Ago

Y más finales, el viernes pasado tocó el de la miniserie más esperada del verano, The Pillars of the Earth. Ocho capítulos de una horita emitidos por la cadena Starz, y adaptados por John Pielmeier y el propio Ken Follet.

Vaya por delante que no me he leído el libro, y no sé cuan diferente será de la historia original ni cómo afectan exactamente esas diferencias al desarrollo de la historia, pero según la Wikipedia parece que son bastantes.

En general la miniserie en sí ha estado bastante bien, y me ha gustado. Mucho mejor el principio que el final, eso sí. Y por supuesto, ha tenido algún defecto, e incluso alguno suficiente para empañar el resultado final de algo que podía haber estado mejor si se llegan a corregir.

Una de las faltas más graves, creo yo, es la de tiempo para contar correctamente todos los arcos argumentales. Esto se nota mucho en el final, que parece que van atropellados, pero creo que tiene más que ver con las horas de las que disponían para hacer la adaptación que con la propia escritura del guión en sí; igual con diez o doce capítulos en vez de ocho lo hubieran solucionado. En tan poco tiempo no se pueden contar todos los arcos argumentales que parece que tienen las casi mil páginas de la versión escrita, y se nota. Por ejemplo, toda la historia de la Reina Maud y su hijo Henry, al igual que la de el Rey Stephen y el príncipe Eustace, se tocan muy por encima, conformándonos con una corta escena o dos en cada capítulo con el único objetivo de mostrar cómo crecen sus chavales.

Otro de los defectillos que tienen, aunque este no se nota si la vas a ver doblada, es la disparidad de acentos que tienen los personajes. Sí, hay muchos actores ingleses, y supongo que cada uno hablará con el acento de la zona donde nació, pero cuando metes actores canadienses, alemanes y suizos a hacer de ingleses, o los buscas con acento perfecto o queda un poco raro, aunque no se les note apenas el de sus lugares de orígen.

Y ya no digo nada de las expresiones que usan. No creo que en el siglo XII dijeran cosas como «Alfred kicked me out» (Aliena, episodio 6) o «I’m an ass» (Jack, episodio 8). Por favor, que de aquella se hablaba Middle English. No te pido que me hables como hablaban en The Canterbury Tales, pero sí que cuides un poco ese tipo de cosas, porque si no lo haces, le estás quitando realismo al asunto en favor de no sé muy bien el qué. No sé si esto será cosa de ser un proyecto de filólogo inglés, pero es algo que me chirrió mucho.

Después de tanto defecto, pues habrá que hablar un poco también de lo bueno. La historia engancha, y vaya si engancha. Ni Mad Men ni nada, esta serie era de las que más esperaba cada semana. A ver si hay suerte y hacen la segunda parte sobre la secuela, World Without End. También, la recreación de Kingsbridge y Shiring parecen bastante logradas, aún a pesar de que los efectos especiales se vieran en determinados momentos algo cutres. Y me gustó mucho Ian McShane en el papel de Waleran, muy en su línea de buenas actuaciones.

¡Ah!, y tanto rollo para que al final la catedral no fuese para tanto, me gustaron más las de Colonia y Estrasburgo y sobre todo la de Milán, por poner unos cuantos ejemplos….