Hace unas dos semanas que acabó la segunda temporada de Deadliest Warrior, un programa de una cadena de televisión americana llamada Spike, que es algo parecido a lo que Antena 3 quiere hacer ahora con su nuevo canal de TDT, Nitro, es decir, enfocar la programación a hombre jóvenes.
La premisa de Deadliest Warrior es simple pero bastante efectiva: ¿Qué pasaría si dos guerreros o cuerpos militares que nunca se enfrentaron lo hicieran?
El método para hacerlo, pues como casi todo ahora mismo, a través de un ordenador. Pero el ordenador necesita datos, y ahí es donde está la gracia del programa, probar las armas. Las explosiones, la sangre y la violencia es el pan nuestro de cada día.
Así pues, la estructura del programa es fija. Cinco minutos más o menos de introducción histórica de quien se enfrente, se prueba la primera arma, se presentan el resto, luego se prueban, resumen y recreación del enfrentamiento. Todas las pruebas son juzgadas por un médico, un ingeniero y un experto en ordenadores, que después le dan la ventaja a un arma u otra. El problema de las pruebas es que, más que las armas, realmente se analiza más a quien las usan. Así, muchas veces cosas que parecen superiores en principio pierden por fallos tontos.
Pero bueno, más allá de eso, ver a las SS pegándose tiros contra el Vietcong, a la CIA contra el KGB, a los espartanos contra los ninjas o al IRA contra los talibanes mola. Mola mucho, aunque los efectos especiales sean cutres.
No nos engañemos, este programa está bien para verano, cuando estás aburrido y no tienes nada que ver. Eso sí, con tanto tiro y explosión, sacarte del soponcio lo hace perfectamente.
PD: Reticle, del El Naranjito Mecánico, ha publicado un post hoy versando sobre este humilde blog y sobre mi proceso de ver series. La verdad es que el cabroncete, que es Quique, un colega Erasmusín de Torrent (bon poble mala xent), no anda tan alejado.