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Sangre, sexo y destrucción

28 Feb

Pues así de rápido se ha terminado esa orgía de sexo, sangre y destrucción llamada Spartacus: Gods of the Arena. Seis semanas de torsos moldeados y tetas al aire combinados con unos efectos especiales más que dudosos, en los que se nos ha contado la historia de la House of Batiatus antes de que llegara el propio Spartacus a ella. Incidentalmente, ha coincidido en la misma semana que el estreno en Cuatro de Blood and Sand y su «por la polla de Júpiter», que parece que aunque no ha ganado la noche sí ha hecho unos datos decentes. Normal, aquí en España nos va mucho el morbo y la casquería, así que no es de extrañar que tenga su éxito.

Pero volvamos a la miniserie. En las precuelas situadas en un tiempo tan anteriormente inmediato a la serie original, se sabe perfectamente que los personajes nuevos no van a estar mucho tiempo danzando por la trama, es cuestión de simplemente saber cómo y por qué desaparecen de la historia. Y en Gods of the Arena, menos Batiatus, Lucretia, Onomeus, Crixus y alguno más, casi todos eran nuevos. Afortunadamente, las explicaciones en general, aunque no han sido increíblemente buenas (muy del estilo de la serie en sí), sí han sido lo bastante convincentes como para creérmelas. Incluso muchas veces han provocado una más que decente evolución de personajes, véase Lucretia y la muerte y entierro de Gaia.

Quizá lo más sorprendente cuando comenzó la cosa fue ver que los que más adelante son enemigos mortales, Solonius y Batiatus, empiezan con una gran amistad y camaradería, que sabemos que se van a torcer en algún punto de la historia. Esto no pasó hasta el final, y fue demasiado precipitado y poco creíble, casi como si les faltara tiempo para explicarlo correctamente. Entiendo que tengas y quieras dejar los petardos más grandes para el final, pero siempre puedes tirar unos más pequeños para ir caldeando el ambiente. Aquí alguna vez se intentó, pero la pólvora debía de estar mojada porque en ningún momento Solonius dio una sensación real de frustración y enfado que explique bien lo que pasó después. No sé, no quedé convencido.

Eso sí, aunque Gods of the Arena haga un mejor trabajo con los personajes que Blood and Sand, en Spartacus hay cosas que nunca cambian lleve el subtítulo que lleve. Los diálogos siguen siendo igual de risibles que siempre, ese extraño inglés que se piensa que quitando los artículos y los demostrativos suena a antiguo sigue presente y los efectos especiales han sido incluso peores (hasta hay un momento, creo que es en el capítulo cuarto, en el que se ve a uno de los gladiadores lanzado por una cuerda antes de que la espada le golpee). La sangre en los combates se sigue viendo más falsa que un billete de tres euros y si los edificios fueran de cartón piedra serían más realistas.

Pero bueno, a pesar de todo, considero que en general Gods of the Arena ha sido una digna sucesora (todo lo digna que puede ser) de la serie original, incluso mejor que ésta, y un más que decente substitutivo mientras no tengamos la segunda temporada.

Spornacus: Sex on the Arena

23 Ene

Un linfoma no-Hodking hizo que Andy Whitfield tuviera que ponerse bajo tratamiento, lo que paró la producción de Spartacus: Blood and Sand y al final le hizo abandonar la serie. Pero mientras se buscaba otro actor que lo sustituyera (que por cierto al final será Liam McIntyre), Starz tenía que seguir capitalizando el éxito de su serie más conocida a la vez que mantenía el interés en ella impidiendo que la audiencia se olvidara de que existía. Así que decidió hacer una miniserie de seis capítulos que explicara los orígenes del poder de la Casa de Batiatus, una historia que estaba prevista como flashback en un capítulo de la segunda temporada, y así nació Spartacus: Gods of the Arena.

Una de las señas de identidad de Blood and Sand era el sexo y la violencia indiscriminadas, presentes casi por deporte para calentar al personal y hacer más atractiva la serie desde el punto de vista hormonal. En Gods of the Arena, aunque mantiene el mismo nivel de violencia, parece que al sexo le han subido el tono, y empieza a parecerse ya más a porno blando que a otra cosa. La escena en la que hacen un primer plano a una tía salida de la nada animando a Gannicus mientras se saca las tetas del vestido no venía a absolutamente nada, al igual que las esclavas desnudas que se paseaban por el mercado o la masturbación de Gaia viendo a lanista y a su mujer echar un polvo. Luego aunque sí venía a algo la escena lésbica entre Lucy Lawless y Jaime Murray, fue demasiado explícita. La Spartacus original era al menos algo más disimulada, ésta parece haber perdido ya la poca vergüenza que le quedaba.

Detalles sin importancia aparte, es curioso ver como personajes que en la original se llevaban a matar, como Batiatus y Solonius, tenían una relación de amistad bastante buena; o que Lucretia aún no tan era manipuladora. Sabemos cómo van a acabar algunos personajes, lo que le da una dificultad añadida a la miniserie para conseguir sorprender en el final, así que si no consiguen una evolución creíble de los protagonistas actuales a los que vimos en Blood and Sand, además de ser muy decepcionante, le va a quitar seriedad y calidad a la serie madre. Es un peligro al que los guionistas a buen seguro tendrán en debida consideración, pero al que también le tendrán mucho miedo.

Sin embargo, si recordamos el inicio de la antecesora, recordaremos que fue malo, muy malo. Lucía horrible, la trama no tenía mucho sentido, los diálogos eran absurdos y repetitivos y los personajes eran totalmente planos. Tardaron unos cuantos capítulos en enderezar el rumbo hacia algo que se pudiera considerar medianamente pasable, a lo que no se llegó ya hasta casi al final de temporada. Gods of the Arena sigue arrastrando muchos defectos de ésta como la cutrería visual y el diálogo machacante y pretencioso, pero también recoge muchas de las mejorías que se fueron dando durante la primera temporada. Por ejemplo, los personajes nuevos parece que están algo mejor perfilados (sin llegar a ser todos unos Don Drapers de la vida, claro), siendo Gaia el máximo exponente de esto. Ella va a ser el elemento catalizador definitivo para que Lucretia se vuelva la zorra manipuladora que tanto amamos, y para conseguirlo tiene que ser un personaje carismático que haga creíble que se puede ser su amiga. De momento, parece que va por el buen camino.

Dentro de seis semanas veremos si con Gods of the Arena han conseguido dejar el listón alto para la segunda temporada de Blood and Sand o si al contrario, será tan mala que haga perder todo el interés que había en ella. Mientras tanto, la seguiremos muy de cerca y con gran interés a ver qué pasa.

¿Qué voy a ver en la midseason 2011?

9 Ene

Hoy domingo empieza la midseason de verdad, así que va siendo hora de darle un repaso a los nuevos estrenos que tengo pensado ver a no ser que haya un cataclismo de proporciones apocalípticas, de echarle un ojo a otras a ver qué tal están, y de repasar qué series de las que ya seguía antes comienzan temporada nueva; todo durante enero y febrero. Por supuesto, este calendario está sujeto a posibles añadidos una vez que la gente vaya hablando de otras series que en principio no tenía pensado ver.

Nuevos estrenos

Episodes (9 de enero, Showtime)

Shameless US (9 de enero, Showtime)

Lights Out (11 de enero, FX)

Spartacus: Gods of the Arena (21 de enero, Starz)

Mr. Sunshine (9 de febrero, ABC)

Le echaremos un ojo

Bob’s Burgers (9 de enero, Fox)

Skins USA (17 de enero, MTV)

Portlandia (21 de enero, IFC)

Nuevas temporadas

V (2ª, 4 de enero, ABC ): Tenéis por aquí mis opiniones sobre el primer episodio de este año.

Hustle (7ª, 7 de enero, BBC)

Californication (4ª, 9 de enero, Showtime)

Shameless (8ª, 10 de enero, Channel 4)

The Ricky Gervais Show (2ª, 14 de enero, HBO)

Parks and Recreation (3ª, 20 de enero, NBC)

Royal Pains (2.5ª, 20 de enero, USA)

Archer (2ª, 27 de enero, FX)

Skins (5ª, 27 de enero, Channel 4)

Secret Diary of a Call Girl (4ª, 27 de enero, ITV)

Justified (2ª, 9 de febrero, FX)