Estando siempre a la sombra de la inglesa, no se si alguien se acordaría de que a pesar de todos los problemas legales y comerciales que le supuso a la MTV la versión estadounidense de Skins seguía en emisión, y justo ayer terminó su primera y a no ser que se dé un milagro de proporciones dollhousianas probablemente última temporada.
La pregunta principal estaba clara desde un principio: ¿los Stan, Cadie y Tony de *inserte ciudad genérica estadounidense* aguantarían el tipo ante los Sid, Cassie y Tony de Bristol?
Pues mi respuesta es tan simple como contradictoria: no y sí. Si hacemos una comparación directa, la versión estadounidense no le llega a la original ni a la suela de los zapatos, y estoy bastante convencido de que el 90% de la culpa de esto es del casting. Quizá quitando Tea y sorprendentemente Michelle (aunque juega a su favor el hecho de que April Pearson, la Michelle original, era quizá la más débil a nivel interpretativo de aquella generación), ninguno de los nuevos personajes es capaz de transmitir tanto con gestos faciales y lenguaje corporal tanto como lo hacían los británicos, lo que es especialmente importante cuando tienes un personaje como Eura que tiene que confiar única y exclusivamente en este recurso para expresarse. Eleanor Zichy, a pesar de que consigue decirnos lo importante, no es capaz de darle ese aire de femme fatale a su personaje que le es tan inherente a Kaya Scodelario haga lo que haga. Y esto mismo es una constante con todos los actores, sabemos lo que se les pasa por la cabeza a sus personajes, pero no saben darles una personalidad propia.
Pero por otro lado, y a pesar de que el piloto estadounidense era casi calcado a su contrapartida inglesa, poco ha poco ha sabido encontrar su propia voz y distanciarse lo suficiente, tanto estética como argumentalmente. Quitando momentos puntuales, en general ha desistido de innovar en el aspecto visual sabedora de que al lado de la de Channel 4 no tenía nada que hacer y se ha centrado en el musical, hasta tal punto de que me apostaría la ropa a que más del 70% del metraje emitido tiene algún tipo de canción de fondo. Como ejemplo queda su momento Wild World con el «Shout» de Tears for Fears, que por cierto en vez de ejercer de epílogo queda integrado en el capítulo.
La trama también se ha ido separando poco a poco del original, hasta el punto de preguntarme viendo el season finale si iba a haber bus o no. La sucesión de eventos de Skins USA está mucho más pulida. El problema es que en determinados momentos se han pasado con la lija. Quitar cosas como la chica aquella del Este de Europa del piloto o rebajar el tono coñero del capítulo de Rusia/Canadá anula ese punto de surrealismo humorístico. Pero bueno, mirando más allá de eso, las relaciones entre personajes han sido satisfactorias desde el punto de vista del espectador, y aquí es donde sí es capaz de aguantar la comparación. Cambiar a Maxxie por Tea ha sido realmente una buena idea, le ha dado un punto de frescura a la serie, ha superado ese aislamiento del resto de la historia por el que pasaba el rubiales (que aunque intentaran parchear con la trama de Sketch en ningún momento se evitó) y a nosotros nos ha brindado alguno que otro gran momento.
Si os digo la verdad, Skins USA me ha terminado sorprendiendo. Pensaba que iba a ser mucho peor en todos los campos imaginables, y al final ha resultado un producto muy digno empañado por un trabajo actorial que, aunque muy lejos del patetismo del Tyler de V o de los Sean y Leila de The Event, no acompaña a un guión bastante decente. Probablemente si en vez de llevar el nombre que lleva tuviera otro cualquiera no se le darían tantos palos como se lleva.