Los exámenes de diciembre de la Universidad y la PS3 con el Gran Turismo 5 que compré hace nada me están dejando sin tiempo para dedicarle a ver series, y este blog se está viendo bastante afectado.
Sin embargo, sí he tenido tiempo para terminar la cuarta temporada de The Sarah Jane Adventures, que finalizó hará ya un par de semanas. Y tengo que decir que, aunque ha estado bien, el grado de madurez que alcanzó al final de la tercera no se ha visto reflejado este año, y es una pena.
Pero esta temporada sí ha tenido algo que no han tenido las anteriores: un tema común en casi todas las entregas. Y ese tema ha sido la pérdida. La temporada empieza con Luke marchándose a la Universidad, teniendo todos que ajustarse a trabajar sin él, pero sobre todo Sarah Jane a tener la casa vacía. Más adelante tenemos el episodio de la muerte del Doctor, que ya comentamos por aquí; justo en el siguiente capítulo vimos como Clyde y Rani tuvieron que lidiar con la pérdida de todo el mundo conocido; y acabamos la temporada con una suposición de lo que pasaría si Sarah Jane Smith dejara de luchar contra aliens. Como veis, la relación está bastante clara.
Este hilo principal ha permitido a los guionistas profundizar aún más en cada uno de los personajes. Así, por primera vez nos enseñan alguna de las más profundas inseguridades de Clyde y de Rani, además de hacernos intuír que en un futuro quizá no muy lejano puedan empezar una relación amorosa (que pienso que es algo en lo que no deberían meterse, que esta es una serie para niños y no un culebrón). Además, Sarah Jane ha empezado, sobre todo en los últimos capítulos, a reconocer al menos superficialmente que quizá ya no es tan joven como antes y de que pronto llegará la hora de pasar el testigo de la defensa de la Tierra a sus jóvenes acompañantes, que a lo largo de a temporada han demostrado varias veces que son capaces de manejarse bien sólos en este tipo de situaciones. A esta última noción contribuye el hecho de que la BBC ha sacado un spinoff de The Sarah Jane Adventures llamado Sarah Jane’s Alien Files, que aunque en realidad no es más que una pseudoversión de Doctor Who Confidential, la excusa es tener un repositorio de información sobre especies extraterrestres en caso de que un día Sarah Jane no esté disponible.
Así a todo, no os equivoquéis, todo esto ha sido tratado teniendo en cuenta el público al que la serie está dirigido: niños de entre de 8 a 12 años, y por lo tanto todo está bastante adaptado a la capacidad de entenimiento que se tiene a esa edad. Lo que no quiere decir que los estén tratando como a tontos, porque no es así. Teniendo en cuenta eso, ha sido una buena temporada, aunque cómo digo, no la mejor.