Me considero una persona con muchísima paciencia y con un problema bastante grande: cuando empiezo una serie soy incapaz de dejarla. Tiene que ser realmente mala o realmente coñazo, y aún así, veremos si lo hago. $#*! My Dad Says es un ejemplo de esto, es tremendamente horrible y aún así, y a pesar de que cuando la veo no le hago ni puto caso y de que me enteré ayer de que el último capítulo que echaron fue el final de temporada, no la dejo.
Lo que tiene la CBS es que es capaz de lo mejor y lo peor. Recordemos que es la network de The Good Wife, que ahora mismo y hasta que The Chicago Code diga lo contrario es la mejor serie en abierto de Estados Unidos, pero también es la casa de esta mierda pinchada en un palo que no hay ni por donde coger.
Es cierto que desde el piloto, que tuvo que ser sin ningún tipo de esfuerzo uno de los peores de la Historia conocida y por conocer, algo ha mejorado e incluso ha sido capaz de sacarme un par de sonrisillas en algunos momentos determinados; pero eso no quiere decir que sea una serie merecedora de uno de los slots de programación de la network. Es que por mucha audiencia que tenga (que tampoco es que sean un portento de números), si yo fuera un ejecutivo de la cadena la hubiera cancelado al segundo episodio por la pérdida de prestigio que da el tener un engendro como este en la parrilla.
Es que es tan mala que no sé ni por dónde empezar a ponerla a parir. Los actores parecen robots de cartón piedra con el Loquendo instalado y programado para soltar unas cuantas frases. El que hace de Henry se pasa la vida gritando aunque se supone que tenga que susurrar al oído de otro personaje. El que da vida a Vince es la cosa más forzada que he visto en mi vida, y aunque no es capaz de hacer comedia física ni aunque le pongan una pistola en la sien los guionistas siguen intentándolo. William Shatner parece que está ahí por la pasta: suelta sus líneas que como salgan salieron, cobra el cheque al final del episodio y pasa del resto. Y la actriz que interpreta a Bonnie es la única medianamente pasable, y no porque sea especialmente buena, que no lo es. Si estuviera en una serie normal podría ser perfectamente lo peor de ella, pero rodeada de la mierda que tiene esta producción es como una bocanada de aire fresco cuando estas en el vertedero de basuras más grande del mundo.
Más, los chistes no hay por donde cogerlos y están todos enfocados a que The Shat suelte su frase del Twitter, y el resto importa un carajo. Les da igual si no funcionan las coñas basadas en la repetición, los guionistas insisten e insisten e insisten. Las tramas de cada capítulo parecen sacadas del manual para hacer la sitcom más prototípica del mundo. La dirección y la fotografía brillan por su ausencia, en todos los capítulos sin excepción da la impresión que se ha puesto una cámara fija en el centro de la casa y mientras el resto curraba el director y el director de fotografía se fueron a tomar el café. La iluminación parece la de una serie española: cuatro focos tan brillantes que parece que cada uno esté alimentado por su propia central nuclear.
Ahora que lo pienso $#*! My Dad Says tiene que ser la peor serie que he visto en mi vida, creo que incluso las Matrimoniadas de Jose Luis Moreno son mejores. Y que esto haya sobrevivido una temporada entera y veremos si dos y que Lone Star haya aguantado dos capítulos…