Dicen que lo bueno, si breve, dos veces bueno, pero no me hubiera importado en absoluto que la primera temporada de The Walking Dead hubiera durado el doble. Sé que el año que viene va a ser así, y menos mal, porque seis capítulos supieron a más bien poco a pesar de que la tele británica nos haya (mal)acostumbrado a ese formato.
Seis episodios muy intensos, en los que la carga emocional y la sensación de persecución y agobio no han desaparecido ni un momento.
Lo que más se lee al mirar otras entradas sobre The Walking Dead en otros blogs es «prólogo». A mucha gente le da la sensación de que esta primera temporada sólo ha servido para introducir a los personajes y darnos una sensación general del tipo de serie que vamos a ver cuando arranque de verdad el año que viene. Y no sé si eso es bueno o malo. Pienso que el que la gente la califique así quizá es porque es de la cadena que es, si viniera de la NBC a lo mejor dirían que no termina de arrancar.
No me malinterpretéis, a mi la serie ma ha gustado mucho y los capítulos se me han pasado más rápido que el Red Bull X1 del Gran Turismo 5. Como digo más arriba, la carga emocional de la serie, en su mayoría provocada por decisiones éticas en momentos de tensión que yo no sé si sería capaz de tomar, es inmensa y hace que a veces se nos ponga la piel de gallina. Combina eso con una relación emocional entre personajes bastante currada y muy interesante, y con la casquería gore típica del género, que a veces llega a ser muy desagradable (se me viene a la cabeza cuando Rick y Glenn se embadurnan el cuerpo de cachos de carne de zombis con la cabeza reventada para intentar pasar en medio de una multitud de no-muertos), y tienes una grandísima serie como The Walking Dead, que aumenta aún más el prestigio de AMC como competencia directísima de HBO.
El season finale es un claro ejemplo de todo esto. Se mantiene la intriga sobre el origen de los zombies al explicar sin realmente explicar lo que les pasa con el ejemplo del TS-19, la cuestión moral de la semana (¿luchar o morir?) está siempre presente y se entra de lleno en las repercusiones provocadas por la vuelta de Rick en la relación Shane-Lori. Y por supuesto, la acción está presente con esa espectacular explosión al final del capítulo. Las que no ha quedado muy definidas sonj las tramas que se seguirán el año que viene, y que ya tengo unas ganas horribles de explorar. Es lo que pasa cuando ves la serie a ritmo americano.
PD: Este ya es el post número 100 del blog. Qué rápido pasa el tiempo cuando escribes de lo que te gusta.