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Series Minardi: Y nadie se volvió a acordar de ellas (o casi).

31 Ago

¿Os acordaís de la escudería Minardi de Fórmula 1? Minardi estuvo 20 años dando el callo en la máxima competición de la FIA, y quien sabe un poco de de F1 la adoraba, tanto por su encantador cutrerío y falta de medios como por su papel fundamental: formar pilotos que luego saltarían a mejores escuderías para convertirse en grandes del automovilismo. Por Minardi pasaron los Alonso, Webber, Fisichella, Trulli, Verstappen, Alboreto, Zanardi, de Cesaris… Pero a la hora de la verdad, cuando había que demostrar las cosas en la pista, era el farolillo rojo de casi cada campeonato en el que compitió.

En el mundo televisivo también existen las series Minardi. Son las series que en su momento consiguieron una gran aclamación en la crítica especializada, pero que a la hora de medir audiencias normalmente se llevaban el farolillo rojo de la noche, y por tanto, cancelación al canto. En ese momento, la poca gente que las vio las olvida casi para siempre, y en la historia de la televisión no serán más que una nota a pie de página, y eso con muchísima suerte. A todo el mundo se le ocurrirán bastantes ejemplos de estas, pero he decido seleccionar diez que creo que representan mejor que ninguna otra lo que es ser una serie Minardi, sin ningún orden concreto.

The Comeback

The Comeback fue el primer papel de Lisa Kudrow después de Friends, y nada más y nada menos que para HBO, que a pesar de su más que probada solvencia en el drama, es una cadena que en comedia no destaca tanto. Y se ve que los espectadores lo saben, porque a pesar de que esta descorazonadora sátira del proceso de grabación de realities sí que es bastante buena, ya directamente pasaron de darle una oportunidad, y después de una temporada de 13 episodios fue cancelada sin piedad. Y la crítica, aunque al principio estuvo bastante dividida sobre su calidad, al final acabó por aceptarla y ha terminado por convertirse poco a poco en una serie de culto que sigue sin llegar al público, ni al seriéfilo ni al general.

Freaks and Geeks

Esta comedia adolescente es otra serie de culto a la que en el momento no se le hizo ni puto caso, de hecho sólo aguantó 12 episodios en la NBC en la temporada 99-2000, aunque había 18 grabados. Y sin embargo, la crítica la adoró y la adora, hasta el punto de que la revista Time la metió en su lista de los 100 mejores programas de la historia. Como véis en la foto, también fue el pistoletazo de salida de actores que luego se convertirían en tremendamente conocidos, como Jason Segel o James Franco. Ah, y era de nada más y nada menos que de Paul Feig y Judd Apatow…

Party Down

Este es el caso paradigmático de serie Minardi. En su último capítulo, emitido hace algo más de un año, hizo un 0.0 de rating y sólo 74.000 espectadores, que en Estados Unidos, si me apuras, es una cifra que casi se puede considerar como margen de error estadístico. Eso, y que Jane Lynch se fuera a Glee y Adam Scott a Parks & Recreation, selló su destino. Sin embargo, el patetismo de este grupo de actores que mientras buscaban trabajo de lo suyo tenían que currar en una empresa de catering que quedaba en evidencia frente al histrionismo de las personas que les contrataban para sus fiestas acabó por convencer a la crítica, sobre todo en su segunda y última temporada.

Rubicon

A nosotros los seriéfilos nos dolió mucho su cancelación y siempre nos acordaremos de ella, sí. Pero pregunta por ahí a alguien que vea series habitualmente pero que no esté tan metido en el mundillo, y no tendrá ni idea de lo que es Rubicon. Fue el primer fracaso de AMC y la primera cancelación en su época de revientamonopolios HBOenses, y sin embargo cada opinión, entrada de blog y artículo la ponía por las nubes. Y con toda la razón del mundo.

Better Off Ted

La historia de Better Off Ted es bastante curiosa. Cuando debutó ni dios le hizo ni puto caso, hasta el punto de que hubo episodios que tuvieron menos de 2 millones de espectadores, en un país de 300 millones de habitantes. Si para la CW eso ya es un fracaso total, imaginaros para la ABC. Normalmente eso significaría la retirada inmediata de la parrilla, pero llegaron los upfronts del final de la temporada 2008-2009 y milagro, fue renovada para una segunda temporada. Por supuesto, no aguantó, y al 11º capítulo estaba retirada de la parrilla, y se pudo terminar de ver gracias a que se emitió completa en Australia.

Pero a pesar de ser un flop de los grandes en lo que a ratings se refiere, Better Off Ted era una comedia divertidísima, y el S01E04, «Racial Sensitivity», es uno de los mejores episodios que recuerdo en una comedia desde Arrested Development. Y qué decir de esos falsos anuncios cargados de sarcasmo que se sacaban de la manga en cada episodio, pequeñas joyas en sí mismas.

Terriers

La primera de las cancelaciónes de este año de FX, Terriers es una serie que viéndola semana a semana parece irregular en su calidad, con unas tramas totalmente deslavazadas hasta el punto de que fue considerada una especie de procedimental raro. Pero llegas a los últimos dos o tres episodios y de repente las piezas empiezan a caer en su lugar hasta llegar a un gran final muy emocionante y sobre todo abierto aunque satisfactorio. Una temporadita de 13 episodios que saben a poco para nosotros, pero a demasiado para las audiencias estadounidenses.

Lights Out

La segunda y para mí más dolorosa de las cancelaciones de FX de este año, Lights Out era la historia de Patrick Leary, un boxeador retirado que ante unos problemas económicos acuciantes se ve obligado a volver al ring a pesar de la oposición de su familia. Hubiera funcionado y funciona perfectamente como miniserie, lo que es perfecto teniendo en cuenta que una vez más las audiencias no acompañaron. No es una de las grandes series de la historia, pero sí lo suficiente como para ser uno de los mejores estrenos de la temporada que acaba de terminar, lo que hará aún más dolorosa su inevitable caída en el olvido colectivo.

Kings

Kings es una de esas series increíblemente extrañas que se sacan las networks de la manga cada cierto periodo de tiempo, en este caso la NBC en 2009. Teóricamente, era la adaptación de la historia bíblica del rey David a los tiempos modernos, en un reino ficticio que era como los Estados Unidos actuales, pero bajo una monarquía absolutista que se pasa la vida en guerra con los países vecinos. Fue el primer papel de Ian McShane en televisión después de Deadwood, y cómo no, lo clava.

Siempre se dijo de ella que debería estar en cable y no en network, y yo pienso que efectivamente, así debería de haber sido. Ni el tratamiento de la trama ni los temas subyacentes eran para las grandes masas, y las audiencias se encargaron de demostrarlo: una temporada y al tacho. Una pena, porque era realmente interesante.

Studio 60 on the Sunset Strip

Ya sólo que el nombre de Aaron Sorkin aparezca en los títulos de crédito es una grantía para saber que estás ante una serie muy buena. Y Studio 60 on the Sunset Strip lo es, aunque al final de la temporada y en plena lucha por subir unas audiencias que habían caído en picado considerablemente desde el estreno y que llevo a la NBC a meterla en un hiato de tres meses, se le fue un poco la olla. Los tres episodios de «K&R», aunque buenos por sí mismos, no pegaban ni con cola con el resto de la serie. Aún así, con las cifras en la mano y con la crisis de la cadena del pavo, hoy en día se hubiera considerado su renovación, pero hace cinco años, y por mucho que doliera, era una cancelación de libro.

Lucky Louie

Ahora mismo Louie C.K. es un respetado cómico con una comedia que es de las mejores que se han visto en muchísimo tiempo, pero por algún lado tuvo que empezar en televisión, y lo hizo en Lucky Louie, su primera serie, para HBO en 2006. Parecía un programa cutre y roñoso, con pocos decorados y pocos personajes, pero era más que suficiente, ya que su gran baza era el guión, un guión constantemente gracioso a la vez que deprimente en el que se empezaba a intuír la grandiosidad que estamos viendo ahora en Louie. Fue cancelada después de una temporada de 13 episodios, de los que sólo se emitieron 12, y aún nadie sabe muy bien el por qué.

Desnudando la vida familiar

18 Sep

Cuando hablé de Louie, comenté que aquella no era la primera incusión en televisión de Louis C.K., que ya había hecho antes una serie para HBO. Esa serie se llamaba Lucky Louie, y hace un par de días que terminé de verla. La única temporada de este show tuvo doce capítulos, mas uno que no se emitió pero que se incluyó en el DVD.

Viendo lo mucho que me gustó la de FX, pues decidí echarle un ojo a esta, y cuando salieron los créditos del último capítulo me quedé con una buena sensación.

La premisa es una de las más típicas entre las sitcoms: familia de clase media o media-baja con unos amigos cuanto menos curiosos, que se ven en situaciones de la vida diaria enfocadas desde un punto de vista humorístico. Esa línea sirve para describir a muchas series, desde Family Matters (Cosas de Casa) hasta Modern Family, pasando por Home Improvement (Un chapuzas en casa), Moesha o The Simpsons, por ejemplo. Pero a pesar de seguir la estructura y de mantener los elementos de las sitcoms tradicionales, tiene una ventaja sobre éstas: emitirse en calbe y no en una network, lo que permite mayor libertad tanto creativa como de temas y recursos a los que se pueden recurrir, y es algo que Louis C.K. aprovecha bastante. El uso de tacos, la presencia de historias que suelen ser espinosas (aborto, drogas) o directamente desnudez frontal masculina total son comunes. Y este es uno de los grandes puntos a favor de a serie y lo que la hace diferente y en un primer momento chocante. Y si digo en un primer momento, es porque luego acaba usando tanto estos recursos que hacen que te acostumbres rápidamente.

Lucky Louie es una serie que empieza muy floja, para ir creciendo poco a poco hasta llegar a unos capítulos finales estupendos. Los primeros episodios te dejan algo volado, pero ves que tiene un potencial que desarrolla completamente en los últimos. Los guiones, aunque con bastantes situaciones tópicas, tienen unos diálogos graciosos e inteligentes, las resoluciones son muchas veces inesperadas aunque lleven al mismo lugar de siempre, los personajes están bien definidos y sobre todo Louie y Kim, los protagonistas, tienen una profundidad poco habitual en el género. Y algo muy importante, la niña no es repelente sin que los guionistas lo quieran, lo es queriéndolo, que parece que no pero hay una gran diferencia.

Tengo la sensación de que si hubiera habido una segunda temporada hubiera sido grandiosa. Mal por los directivos de HBO por cancelarla. Si hubiera sido por audiencias aún bueno, pero no fue así ya que estaba haciendo mejores audiencias en cada capítulo, y además decentillas. Pero hacerlo porque no cuadraba con la imagen e idiosincrasia de la cadena, pues me parece un poco peregrino.

Eso sí, me ha gustado más Louie que Lucky Louie, en la primera se nota más la evolución y sobre todo las tablas en televisión de Louis C.K. Aún así, echadle un ojo a las dos, que no están nada mal.

De cabeceras

16 Sep

Hoy vamos con otro de esos posts vagos. Una de las cosas más importantes en el aspecto visual de una serie son las cabeceras. Sirven para dar una idea general de lo que vamos a ver, del tema de la historia y del estilo que tiene, además de, salvo excepciones, presentar los créditos más importantes de cada capítulo. A mí me gusta verlas, aunque si me trago una serie del tirón muchas veces las acabo pasando, supongo que como todo el mundo.

Pero bueno, a continuación cinco cabeceras que me gustan especialmente. Algunas son conocidas, y otras no tanto.

Dexter

La cabecera de Dexter enseña que la vida diaria es más violenta de lo que parece, y que la sangre es más común de lo que pensamos. Jugando con esos primeros planos, hace un buen trabajo a la hora de confundir al espectados y además en explicarnos que Dexter Morgan es un asesino en serie escondido a simple vista.

True Blood

La de True Blood me flipa. Nos da un paseo por algunos de los hechos sociales que han marcado la segunda mitad del siglo XX del sur de los Estados Unidos, para después comparar a la aparición de los vampiros con ellas, nos enseña la influencia que tiene la religión en esa zona y además enseñarnos la alta carga sexual que tiene la serie.

Lucky Louie

La de Lucky Louie es animada, y nos muestra a los personajes, sus trabajos y algunas de las relaciones que hay entre ellos. Me gusta mucho la canción, es alegre y a la vez depresiva, la armónica suena casi como un grito de ayuda.

Doctor Who

La de Doctor Who es probablemente una de las cabeceras más reconocidas en todo el mundo, no en vano lleva desde 1963 siendo igual pero diferente. Quizá la mejor sea la de el primero y la del cuarto doctor. Por cierto, comentar que la Doctor Who theme song es la primera pieza de música completamente electrónica que se vió como música de cabecera de una serie en todo el mundo, y es considerada como una de las mejores piezas de música concreta que existe.

Flight of the Conchords

Esta cabecera nos resume perfectamente lo que es Flight of the Conchords: la historia de dos músicos inadaptados que llegan a Estados Unidos y siguen siendo inadaptados, y además tienen que tocar en sitios bastante cutres. Los saleritos en movimiento son muy monos.