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El automovilismo no es tan fácil como parece

1 Sep

Me encantan las carreras de coches. Soy asiduo a las retransmisiones de Fórmula 1 desde que las echaban en la TVG cuando era pequeño, y cada vez voy metiéndome más en otras categorías. Cuando ves a las escuderías competir, nunca piensas en todo el trabajo que puede conllevar el sacar a pista un coche competitivo, parece que haces el coche y hala. Nada más lejos de la realidad. Por eso me llamó la atención este programa de la cadena alemana DMAX, Team Schrick, que tiene tres temporadas aunque en total son 11 capítulos nada más.

Nos situamos. Tim Schrick es un piloto de carreras alemán, bastante famosillo por ser uno de los presentadores del programa de coches D-Motor en la misma cadena, junto con Sabine Schmitz (entre otras cosas conductura del taxi de carreras que te da una vuelta por el Nordschleife) y Carsten van Rissen. Un día, recibe una herencia de su padre bastante elevada, que el decide utilizar en lo que más le gusta, crear su propia escudería con un objetivo en mente: las 24 horas de Nürburgring. Y así nace el Team Schrick.

Así, poco a poco vamos viendo como se hace una escudería. Se empieza por comprar el coche que será la base de todo, en este caso un Aston Martin V8 Vantage usado. Se buscan colaboradores, se buscan patrocinadores y hala, a trabajar en el coche. El problema es que quieren competir en las siguientes 24 horas, y quedan muy pocos meses para ello, por lo que mucha gente le está diciendo que es una locura. El, sin embargo, tira para adelante.

Y mientras, nosotros vemos todo lo que conlleva hacer un coche de competición. Hacer un motor nuevo, adaptar la aerodinámica, buscar pilotos decentes, las pruebas varias, la coordinación que debe haber entre los miembros del equipo… todo lo que parece sencillo, pero que en realidad no lo es tanto. Recuerdo que en la primera temporada incluso me desesperé viendo todos los obstáculos que tenía que superar, y cuando superaba uno le salían cuatro más.

El programa tuvo un seguimiento bastante amplio en Alemania, teniendo en cuenta el nicho de espectadores al que iba dedicado. El equipo de Schrick consiguió construír una base de fans bastante amplia, que por supuesto también son una parte más de lo que es llevar el equipo día a día.

Sólo le ví un defecto al programa, y es la repetición constante de lo que ha pasado, algo muy típico alemán. Pero a parte de eso, está bastante bien, y merece la pena echarle un ojo aunque sólo sea para quitarse algunos prejuicios automovilísticos.