El show de Ricky Gervais

19 Ene

Aún colean las repercusiones al monólogo de Ricky Gervais en los Globos de Oro, vaya si colean. La quemada que les metió el cómico inglés a algunos de los personajes más poderosos de Hollywood fue de esas que hacen historia. Me imagino que además de hablarse de él en todo el mundo, con la fama que eso da, supondrá un buen impulso de audiencia para su programa en HBO y Channel 4, The Ricky Gervais Show, esa adaptación animada de los podcasts que hace con Stephen Merchant y Karl Pilkington.

El viernes pasado se estrenó su segunda temporada, que tendrá, al igual que la primera, trece capítulos. Básicamente el programa va de reírse de las idas de olla, tanto escritas como habladas, y de comentarios varios de Pilkington todo el rato, mientras Gervais y Merchant le dicen de todo menos guapo. Dicho así parece muy cruel, pero Karl, que empieza la serie haciéndolo casi sin querer, abraza su personaje y cada vez lo hace más a propósito, dándonos momentos que si hilarantes, a veces parecen bastante forzados.

Porque me niego a creer que exsita una persona tan… no tarada pero casi, como Karl Pilkington. Esos extractos de su diario son simplemente surrealistas, muchas veces escritos para provocar la risa. Sin embargo, ellos intentan pasarlos como reales. Diréis… claro que no son reales, es la tele, pero es que esto venía de un podcast, donde se supone que desbardallaban sin un guión muy definido.

¿Y como se adapta un podcast a la televisión? Respuesta obvia para todos menos para la CBS y los productores de Shit My Dad Says: animándola. El dinujo permite hacer una representación visual de cualquier cosa de la que se esté hablando en el momento con el cutaway gag del que Seth MacFarlane es tan fan. La sección del diario de Karl es un ejemplo de esto, pero las idas de olla mágicas del calvito con cabeza de naranja es lo que más se presta a este tipo de humor.

Eso sí, como todo lo de Gervais, es un humor que o te parte o lo odias. Salvaje y agudo cuando no eres tú el que lo sufre en tus carnes, pero si va a por tí es mezquino e hiriente. Y si no que se lo digan a Buscemi, que en el monólogo de presentación de la gala estaba riéndose por un lado pero sudando por el otro, rezando porque a él no le tocara recibir las pullas del británico.

Una respuesta to “El show de Ricky Gervais”

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  1. La vuelta al mundo de un idiota « Diario de un seriéfilo - 14/02/2011

    […] feb En la entrada que escribí hace unos cuantos días sobre The Ricky Gervais Show comentaba que la sección sobre los diarios de Karl Pilkington eran surrealistas. Resulta que pocos […]

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